¿Sabías que el 15 de julio es un día especial para muchos creyentes? En esta fecha, la Iglesia honra a una serie de personajes que han mostrado una forma de vivir ejemplar, según los principios de la fe cristiana. ¿Quieres saber quiénes son y cómo influyen en nosotros hoy en día? Sigue leyendo para descubrirlo.
El calendario litúrgico de la Iglesia Católica tiene un montón de días marcados. Cada uno de ellos es un homenaje a personas que fueron como un faro para otros creyentes. En estas fechas recordamos sus historias y tomamos nota de las pistas que nos dejaron para llevar adelante una vida más virtuosa y con amor al prójimo. Es una buena ocasión para medio parar y pensar un poco en todo lo que esta gente hizo y su eco en la iglesia y la sociedad.
San Buenaventura: Un Piloto Espiritual en la Fe Católica
Un nombre que sobresale el 15 de julio es San Buenaventura. Era un tipo importante en la Orden Franciscana y la teología en general. Nacio en 1221 y dejó un montón de escritos para la posteridad. Su libro "Itinerario de la mente hacia Dios" todavía hoy inspira a muchos. Como líder de los Franciscanos hizo más que rezar un montón: también trabajó unido y por cambiar las cosas para mejor en su comunidad. Cuando lo canonizaron en 1482 y luego lo hicieron Doctor de la Iglesia, era como confirmar que lo que había hecho tenía un peso importante para los católicos.
San Vladimiro de Kiev y Otros Santos: Legados de Fe y Sacrificio
Otro que no pasa desapercibido es San Vladimiro de Kiev, también llamado Vladimiro el Grande. Su vuelco al cristianismo y lo que hizo para expandir la fe en Europa del Este marca un antes y después. El 15 de julio, que es su día, es como un reconocimiento a esa transformación que lideró.
Y ni hablar de San Andrés Nguyen Kim Thong. Este mártir vietnamita y otros como él, que murieron por su fe, son un emblema de coraje. O San Atanasio de Athos, que nos recuerda la importancia de la vida contemplativa.
Además de estos, hay otros santos y beatos ese día como San Pompilio María Pirrotti y Santa María Magdal Ble Postel, que se dedicaron a la educación y a ayudar a los demás, respectivamente. Ellos nos muestran que ser santo también puede significar trabajar por los otros.
El santoral del 15 de julio nos invita a pensar en la variedad de caminos para alcanzar la santidad y cómo cada uno de esos santos moldeó la fe de ahora. El recordar sus pruebas y triunfos es una manera de inspirarnos y de vivir nuestra fe con más ganas y mayor entrega.
El recordar a esta gente no sirve sólo para los que creen, sino también nos habla de valentía y generosidad. Ya sea por la cabeza o el corazón de alguien como San Buenaventura o la firmeza y devoción de San Andrés Nguyen Kim Thong, cada uno de ellos nos muestra distintas maneras de entender la fe y vivirla en la práctica.
Estas memorias tienen un rol que jugar incluso en nuestra época, dándonos ejemplos a seguir y mostrándonos cómo la espiritualidad puede guiar libros prácticos. Es una chance para parar y preguntarnos cómo podemos hacer para que nuestros actos tengan un impacto positivo y duradero.
Y para terminar, me gustaría invitarte a que no solo pienses en estos ejemplos, sino que los hagas parte de una charla más grande. ¿Qué opinas tú sobre cómo las enseñanza y los testimonios de estos santos pueden influir en nuestras vidas?
"La santidad no consiste en tal o cual práctica, sino en una disposición del corazón que nos hace humildes y pequeños en los brazos de Dios, conscientes de nuestra debilidad, y confiados hasta la audacia en su bondad de Padre." Esta frase de Santa Teresita del Niño Jesús encapsula el verdadero espíritu del santoral cristiano que hoy, 15 de julio, celebra la memoria de hombres y mujeres que han encarnado la virtud y la devoción en sus vidas. Entre ellos, San Buenaventura, con su profunda espiritualidad y sabiduría, nos recuerda que la teología y la filosofía pueden ser caminos para acercarse a lo divino. San Vladimiro de Kiev, por su parte, nos enseña la importancia de la conversión y el impacto que puede tener en toda una cultura. Los mártires, como San Andrés Nguyen Kim Thong, nos demuestran que la fe puede ser más fuerte que la misma muerte. Y San Atanasio de Athos nos invita a contemplar la belleza de una vida dedicada a la oración y a la comunidad. En la diversidad de sus historias y vocaciones, todos ellos nos ofrecen un testimonio de cómo una vida puede ser vivida en plenitud cuando está orientada hacia la trascendencia y el amor incondicional de Dios. Hoy es un día para reflexionar sobre la llamada a la santidad que todos compartimos y cómo cada uno, en su singularidad, puede responder a ella.