La opulenta fiesta de Froilán que está causando revuelo en Madrid: secretos del festejo real de sus 26 años

Cómo se las arregla Froilán para soplar las velas lejos del hogar y qué ocurre en su vida en Abu Dabi?

Froilán de Marichalar y Borbón parece que este año va de lo simple y cercano para su cumpleaños. Sin grandes saraos, se dice que Froilán opta más por un festejo tranquilito, rodeado de la gente que más quiere. Lejos de su España natal, seguro que no se aburrirá porque parece que tiene buena compañía allí en Abu Dabi, con sus amigos, que no faltan.

Algunos dicen por ahí, y "Vanitatis" es uno de los que lo comenta, que Froilán está encontrando su lugar en Abu Dabi, donde se mudó allá por el principio del 2023. No parece que tenga planes de volver a corto plazo a España, y allá en su nuevo curro se siente apoyado por su abuelo, Don Juan Carlos, que es como un soporte para él. Aunque, como siempre, habría que ver si esto que se comenta es cierto.

Froilán, su nueva vida en Abu Dabi pero con un ojo puesto en España

Vivir lejos no quiere decir estar desconectado, y Froilán se las ingenia para estar en España de vez en cuando, ya sea por cosas de familia o simplemente para ver a los suyos. La última vez que se dejó caer por aquí fue para la boda de José Luis Martínez-Almeida y Teresa Urquijo, en abril. Claro que sí, a pesar de tener su base en Abu Dabi, Froilán no corta esos lazos que lo unen con España.

En lo que se refiere a su vida día a día, parece que busca estar tranquilo, lejos del ojo del huracán mediático, todo lo contrario a lo que suele pasar en España, donde cada vez que aparece es noticia.

Victoria Federica: de sangre azul a reina de las redes

Por otro lado, Froilán tiene una hermana, Victoria Federica, que se está haciendo un nombre en el mundillo de las redes sociales como influencer. Las marcas se la rifan y hace poco la vimos dándolo todo en una campaña de HBO Max de "La casa del dragón", donde se presentaba ella misma como "legítima heredera", lo que, obvio, dio de qué hablar. Pero bueno, estas cosas de marketing hay que cogerlas con pinzas y entender que a veces son solo eso, marketing.

Que si uno por aquí, que si la otra por allá, los hermanos nos muestran dos maneras bastante distintas de estar en el mundo. Froilán más en plan bajo perfil y su hermana Victoria Federica petándolo en el influencer marketing. Está claro que el público tiene ganas de saber de ellos, cada uno por sus cosas, confirmando que siguen siendo personajes de interés no importa lo que elijan hacer.

Bueno, pues esto es un poco lo que hay de la vida de Froilán ahora mismo, tranquilo él, celebrando su onomástico sin mucho alboroto, y trabajando en Abu Dabi. Y al mismo tiempo, echamos un ojo a la vida de su hermana, que anda por otros derroteros, más pegada a las tendencias del momento.

Froilán y Victoria Federica, a pesar de ser de la misma familia, han tomado rutas diferentes en cuanto a lo de exponerse o no tanto al público. Son como la muestra de cómo cada uno en una familia puede salir por su lado, aunque se pensarían que por ser quienes son, podrían ser todas cortadas por el mismo patrón.

¿Qué os parece a vosotros todo esto? ¿Qué opináis sobre Froilán queriendo estar más recogido y sobre Victoria Federica que está que lo peta en lo de ser influencer? ¿Pensáis que están en su derecho de hacer cada uno lo suyo, cada uno a su manera, aun siendo parte de la familia real?

En la vida de la realeza, cada paso es un baile entre la tradición y la modernidad, entre el deber público y la búsqueda de la felicidad privada. Froilán, alejado de la pompa y el protocolo, celebra su cumpleaños en la intimidad, en una clara muestra de su deseo de forjar un camino propio. "La felicidad más grande es la privada", afirmaba la escritora española Rosalía de Castro. Y es que, en contraste con su hermana Victoria Federica, Froilán elige un perfil bajo, lejos de los flashes y las controversias que a menudo rodean a los influencers. Su figura se perfila más cercana a la de un joven que valora la discreción y la tranquilidad que le brinda Abu Dabi, bajo la tutela de un abuelo que, a pesar de sus propias vicisitudes, se convierte en mentor y refugio. En este acto de equilibrio entre dos mundos, Froilán nos recuerda que incluso aquellos nacidos en cuna de oro pueden aspirar a una vida alejada del espectáculo público, una elección que, aunque menos visible, no carece de valor ni de coraje.

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