¿Trabajar para vivir o vivir para trabajar? Esto es lo que piensan los jóvenes de hoy en día sobre el trabajar sin descanso y cómo ven ellos el equilibrio entre trabajo y disfrutar la vida.
Se ha dicho mucho que la vida no puede resumirse en trabajar todo el rato y que ir al supermercado no puede ser el punto más destacado del fin de semana. Eso es lo que opinó Juan Luis Arsuaga, experto en nuestros ancestros, y su pensamiento está calando hondo en los chicos y chicas nacidos entre 1990 y 2010, a esta muchachada se les conoce como la generación "zeta".
La gente joven está revolucionando la cultura de trabajo. No quieren solamente seguir los pasos de los de antes, en valorar el trabajo sobre otras partes de la vida. No, no. Estos quieren un cambio, buscan bienestar y realizarse ellos mismos, muy por encima de conseguir muchos bienes o que la gente los admire por su puesto en la empresa.
Lo que los jóvenes quieren del trabajo
Al contrario de lo que algunos piensan, que los jóvenes son vagos o que no aguantan una, hay que mirar más de cerca. La escritora Nuria Labari cuenta que no solo van detrás de ganar un buen sueldo, también les gustan cosas como poder trabajar desde la casa, tener horarios más acomodados, que puedan crecer profesionalmente y, muy importante, mantener un balance sano entre el curro y su vida fuera de él. Estos jóvenes, que muchas veces tienen más ventajas que sus papás en cuestión de dinero y educación, están convencidos de que la vida está para vivirla y no para tener que probar a lo demás lo buenos que son todo el tiempo.
Claro que algunos conservadores no están nada de acuerdo y los tachan de flojos o demasiado sensibles. Pero lo que muchos no ven es que la generación zeta lo que está haciendo es definir de nuevo lo que significa disfrutar de trabajar. Quieren unir su chamba a una vida que valga la pena, donde lo que sienten y ser felices sean tan importantes como tener un buen colchón de dinero.
La nueva manera de ver el trabajo y ser feliz
Estamos en medio de un cambio en cómo se ve el trabajo y qué puesto ocupa en la vida de uno. Los de la generación zeta están al frente, dándole un valor nuevo al tiempo personal y a sentirse bien. Esto no es solo en la cultura del curro, sino que también afecta a cómo se maneja la gente en las empresas y la manera en que se organizan las cosas en el trabajo.
Lo que los jóvenes piensan de todo esto indica que el futuro puede ir hacia trabajar con más libertad, autonomía y en buscar un sentido y satisfacción más que solo plata. Hay quien ve esto como una amenaza a la ética de "trabajar duro", pero otros piensan que es una chance para hacer lugares de trabajo más humanos y que perduren. Está claro que cómo esperamos que sea el curro y la vida está cambiando, y tanto jefes como trabajadores van a tener que acostumbrarse a esto nuevo.
La realidad es que la generación zeta está ya marcando la ruta de un cambio cultural en cómo entendemos lo que es trabajar y su papel en la vida de uno. Pero hay que acordarse de que no todo el mundo piensa igual ni esto aplica por igual en todos lados. Así que mejor tener un ojo en diferentes historias y maneras de ver las cosas cuando uno piensa en estos temas.
Hablar de esto que decía Juan Luis Arsuaga y lo que la juventud responde frente a ello es clave para ver cómo se podría tener un mejor rollo entre el trabajar y tener tiempo para uno. Espectral tener en mente que los cambios en cómo cada quien ve el trabajar son muchísimos y vienen de la época que les ha tocado vivir. Además, hay que saber moverse y adaptarse a un mundo donde el trabajo cambia a cada rato, salen chambas nuevas y lo que buscan los trabajadores también cambia.
Este artículo es una buena oportunidad para pensar y hablar, con educación y de manera constructiva, sobre cómo uno ve su trabajo y cómo eso va con su vida cotidiana. También nos invita a valorar las diferencias y a pensar bien antes de juzgar qué mueve a cada quien.
¿Qué te parece a ti de todo esto? ¿Cómo crees que debería ser la trabajadera y tener un tiempo agradable en estos tiempos? ¿Qué crees que no puede faltar para mantener un bienestar y un avance en lo profesional?
"La vita è ciò che accade mentre siamo impegnati a fare altri piani", diceva John Lennon, e questa massima sembra essere diventata il mantra della generazione zeta. La riflessione di Juan Luis Arsuaga, lontana dall'essere una semplice boutade, tocca il nervo scoperto di un cambiamento culturale profondo che si sta verificando nella nostra società. Mentre il modello lavorativo tradizionale si sgretola sotto il peso delle nuove aspirazioni, i giovani di oggi, spesso ingiustamente etichettati come pigri o incapaci, stanno ridefinendo il concetto di lavoro in termini di benessere, equilibrio e realizzazione personale.
La visione di Labari, che vede i giovani valorizzare aspetti come il telelavoro e il benessere mentale, è un chiaro segno che il lavoro non è più l'unico metro di valutazione dell'identità personale. In questo scenario, diventa essenziale interrogarci su come possiamo costruire una società che riconosca e sostenga nuove forme di realizzazione individuale, senza relegare la vita a un mero intermezzo tra turni lavorativi e responsabilità familiari. La sfida per le generazioni future sarà quella di trovare un equilibrio tra lavoro e vita personale che non solo sia sostenibile, ma che permetta anche di vivere pienamente, secondo la vera essenza dell'esistenza umana.