¿Te imaginas que las vaquitas y cerditos también pagan impuestos? Pues algo así está pensando Dinamarca y aquí te contamos todo al respecto.
Dinamarca quiere estar a la vanguardia en el tema medioambiental, y ha lanzado una idea que puede que te deje pensando. Resulta que el gobierno danés está reflexionando sobre una tarifa ambiental un poco peculiar: un impuesto a las flatulencias del ganado. O bueno, más bien al metano que producen los animalitos como las vacas, las ovejas y los cerdos. Esto es por su rol en el calentamiento del planeta, un tema que tiene a muchos preocupados.
Si echamos un ojo al plan que propone Dinamarca, para el año 2030, los agricultores podrían pagar alrededor de 40,22 euros por tonelada de dióxido de carbono equivalente que sueltan sus animales. Y si la cosa sigue adelante, esa cifra subiría a 94,28 euros para el 2035. Esto surgió de un acuerdo que involucró al gobierno y otras partes interesadas en junio pasado.
Es interesante que quieran lograr una reducción del 70% de estos gases de invernadero para el 2030 comparado con los de 1990. Y claro, como más de la mitad del país son campos de cultivo, tiene sentido que le echen ganas en este aspecto.
La pasta que saquen con este nuevo cobro se supone que irá a financiar la mejora y cuidado del medio ambiente en la industria de la granja danesa. No olvidemos que este país es un crack vendiendo carne de puerco por el mundo, entonces mucho del dinero que entra por exportaciones viene de ahí.
Claro que no todos están saltando de alegría con esta propuesta. Ya el Ministerio de Economía de Dinamarca dijo que podrían perderse hasta 2,000 trabajos agropecuarios para el 2035, y eso tiene a más de uno preocupado por cómo afectará todo esto a su bolsillo y la comida del día a día. La Asociación danesa por una Agricultura Sostenible piensa que la medida no tiene sentido, y no quieren que termine en un desastre como le pasó a Nueva Zelanda, que reculó en una idea parecida el noviembre pasado. Estas cosas pasan cuando los intereses económicoss se cruzan con los medioambientales, así que hay que tener los ojos bien abiertos.
Todo esto todavía está en el aire. Hay que tener mucha charla y negociación con los involucrados para no dar un paso en falso. Dinamarca de todas formas ya está pensando en cómo superar el dilema económico y ambiental que viene con alimentar a la población y cuidar el planeta a la vez. Y aunque hay preocupaciones serias, como lo de los trabajos y que no falte comida, parece que tienen un plan para que todos salgan ganando.
Bueno, ya para cerrar, parece justo pensar en cómo podríamos juntar la necesidad de cuidar nuestro hogar tierra sin olvidarnos de que hay que ganarse los frijoles cada día. Dinamarca nos pone a prueba con su enfoque innovador. ¿Tú qué piensas de todo esto? ¿Verías bien que se pusieran impuestos a estos gases aunque sean de los animales? ¿Será algo que otros países deberían considerar también?
"Non si può scoprire nuovi oceani se non si ha il coraggio di perdere di vista la costa", affermava André Gide. Dinamarca, con la proposta di tassare gli eruttazioni e le flatulenze del bestiame, sembra essere pronta a solcare nuovi mari nella lotta contro il cambiamento climatico. Ma, come ogni esplorazione che si rispetti, il percorso è irto di incognite e rischi, come la possibile perdita di migliaia di posti di lavoro e la preoccupazione per la sicurezza alimentare espressa dai produttori agricoli. L'audacia danese nell'affrontare il problema delle emissioni di metano può essere ammirata o criticata, ma è innegabile che ponga una domanda cruciale: fino a che punto siamo disposti a sacrificare per il bene del nostro pianeta? La risposta, ancora incerta, determinerà il futuro non solo della Danimarca, ma dell'intero ecosistema globale.