Un nuevo proyecto en la provincia de Buenos Aires está armando revuelo entre los legisladores. La idea es poner en marcha una empresa estatal de emergencias médicas, y parece que hay quienes le dan el visto bueno mientras otros no lo ven tan claro. Algunos buscan cómo hacerlo mejor y otros, ni siquiera estaban cuando se votó...
La banda de Unión Renovación y Fe en la Cámara baja de Buenos Aires le ha dado un empujoncito al plan de crear una empresa para atender emergencias médicas. Hace poco, pasó un corte en la Cámara baja y ahora, espera a que los del Senado le echen un ojo y decidan si sale o no. Quieren que esta empresa sea la que maneje el lío de las emergencias entre distintos lugares y que cojee del brazo con el SAME, que ya está haciendo lo suyo. La empresa esta podría funcionar sola, con ayuda o en equipo con otros.
Entre dimes y diretes en la Legislatura Bonaerense
Cuando estaban a punto de ponerle el sello, las charlas se pusieron intensas. Los de Unión por la Patria en la Cámara baja, donde meten bulla La Cámpora, el Frente Renovador y los jefazos del PJ, convencieron a los de Unión Renovación y Fe de darles una mano con los votos para que el proyecto no se cayera. Alejandro Dichiara, que es el que maneja la barra baja, dijo que están haciendo lo posible para que el jefe, o sea el gobernador, tenga lo que hace falta para darle a la provincia lo mejor en salud.
Pero no todos estaban de acuerdo. Guillermo Castello, del bloque Libre, está medio mosca porque piensa que alguno que otro legislador no está jugando limpio, que no están haciendo lo que se supone que tienen que hacer según quienes los metieron ahí. Durante la votación, algunos ni aparecieron, y eso que notó.
Quieren más ojo en cómo se manejan las emergencias
Los de Unión Renovación y Fe tiraron la idea de montar una comisión entre ambas cámaras para que estén con lupa viendo cómo va el proyecto. Constanza Moragues Santos, una diputada de por ahí, dice que quieren poner más control, y todo bien también con que haya igualdad para las mujeres en el tema.
Aunque están tratando de que haya más control, hay gente que no está muy convencida con armar la empresa. Luciano Bugallo de la Coalición Cívica, por ejemplo, dice que con la salud pública no se juega y que crear más empresas que no dan una no es la solución. Agustín Forchieri, el big boss del bloque PRO en la Cámara baja, está en la misma.
Y así, entre idas y venidas, están tratando de ver cómo le hacen para que la salud funcione mejor sin gastar lo que no hay. Es claro que aún hay quienes no están seguros si sumar más cosas al Estado es lo mejor o si solo va a hacer que la factura sea aún más grande. El chisme seguirá en el Senado, a ver con qué salen.
Esto de la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud puede ser algo grande para mejorar cómo se manejan las emergencias médicas. Está bueno que los políticos hablen y que los de menos voz también sean escuchados, eso de la igualdad de género y el echar un buen vistazo a las cuentas. Pero también hay que poner atención a que no se hagan las cosas por hacer y que, al final del día, lo importante es que la gente tenga salud sin quebrar al gobierno. La charla sigue y, como siempre, lo más clave es que todos se sienten a hablar.
"La salud es la riqueza real y no piezas de oro y plata", así lo expresó Mahatma Gandhi, y bajo esta máxima debería regirse toda política pública que aspire a salvaguardar el bienestar de sus ciudadanos. La reciente aprobación en la Cámara baja del proyecto para crear la Empresa Bonaerense de Emergencias en Salud es un reflejo de la constante búsqueda de soluciones ante las deficiencias de un sistema de salud que clama por mejoras. La colaboración entre distintos bloques para dar luz verde a esta iniciativa demuestra que, en momentos cruciales, la política puede y debe actuar con un sentido de unidad y propósito común.
Sin embargo, las voces críticas nos recuerdan que no se trata solo de crear entidades estatales, sino de garantizar su eficiencia y transparencia. La inclusión de un artículo que prevé la creación de una bicameral de seguimiento y control es un paso en la dirección correcta, pero la verdadera prueba estará en su ejecución y en la capacidad de esta empresa de emergencias para complementar de manera efectiva el trabajo que ya realiza el SAME.
La salud, esa riqueza intangible, merece una gestión pública que no solo ponga parches temporales a una situación de crisis, sino que construya un sistema sostenible y eficaz en el tiempo. La mirada está ahora puesta en el Senado, donde el proyecto continuará su tratamiento, y en la esperanza de que las discrepancias políticas den paso a la construcción de un servicio de emergencias que realmente atienda las necesidades de la población bonaerense.