Cuando la inconsciencia y el alcohol se cruzan: las libertades que se convierten en graves consecuencias...

Se ha convertido en algo común escuchar sobre jóvenes que experimentan con el consumo de sustancias, y esto está empezando a levantar alarmas en diferentes sectores de la sociedad. No es un secreto que los adolescentes buscan en el alcohol y el tabaco una forma de socializar y definir su identidad, pero ahora las cosas parecen estar yendo más lejos con prácticas más peligrosas.

Por ejemplo, cosas como las encuestas ESTUDES 2021 han mostrado que los chicos de 14 a 18 años beben alcohol y otras cosas más de cuatro veces por mes en los botellones, algo que no suena nada bien. Muchos están empezando a prestar atención a esto.

La intención no es culpar ni poner etiquetas, pero sí dejar claro lo mucho que nos debería preocupar el impacto que esto tiene en la salud de los jóvenes. Hasta los médicos están viendo cómo esto afecta la salud, con problemas como la memoria o en la escuela, sin hablar de cosas raras que pasan cuando mezclan estas sustancias, seguramente afectando el cerebro de algún modo.

Importancia de reconocer el "binge drinking"

Y ahí es donde entra algo como el "binge drinking", que es básicamente tomar demasiado en muy poco tiempo. Tanto muchachos como muchachas lo están haciendo, sobre todo en el tiempo libre y los fines de semana, y eso es algo peliagudo, como dice Celia Prat de Fad Juventud, porque es dañino para la salud.

Las nuevas y peligrosas drogas

Ni hablar de las drogas nuevas que van apareciendo y se suman a las ya conocidas por todos. Hay una en particular, el Cloretilo, que causa un efecto de no sentirse uno mismo y puede acabar en el hospital. Como si no bastara con alcohol y tabaco, hay drogas más baratas y fáciles de encontrar que hacen todo más complicado para mantener seguros a los jóvenes.

A fin de cuentas, es crucial estar bien informados y trabajar en estrategias de prevención y educación. Los padres, los maestros y todos en general tenemos que estar al tanto de estos peligros para ayudar a los adolescentes a tomar mejores decisiones.

Estos problemas con el consumo de sustancias en los adolescentes deben hacernos reflexionar. Necesitamos entender los retos emocionales y sociales que ellos enfrentan y cómo la sociedad puede jugar un rol positivo al respecto. Además, las facilidades para conseguir estas drogas nos recuerdan que debemos mejorar las medidas de control.

Si queremos un futuro mejor para los chicos, hay que entender qué les lleva a actuar así y buscar soluciones que no solo castiguen, sino que ayuden de verdad.

¿Cómo crees que podríamos lidiar con todo esto?

"La juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere", decía Jean Cocteau, y esta reflexión podría aplicarse a la alarmante realidad que enfrentan nuestros adolescentes en España. Los datos del estudio ESTUDES 2021 son un espejo que refleja una juventud que, en su búsqueda de identidad y aceptación social, se aventura peligrosamente en el consumo de alcohol y drogas. El 'binge drinking', esa práctica de beber hasta el límite en el menor tiempo posible, se ha convertido en un rito de iniciación que no distingue entre chicos y chicas, y que se cobra un alto precio en la salud y el bienestar de nuestros jóvenes.

La moda del "botellón" y el auge de sustancias como el Cloretilo no son más que síntomas de un problema de fondo: la falta de habilidades para manejar el estrés y las emociones. Joaquín T. Limonero y Celia Prat nos advierten de que estamos ante un fenómeno que va más allá de la diversión; es un grito de ayuda de una generación que no encuentra límites ni en su entorno ni en sí misma.

No podemos cerrar los ojos ante esta realidad. El consumo excesivo de alcohol y drogas en adolescentes no es un juego, es una emergencia de salud pública que requiere una respuesta contundente por parte de la sociedad. Es imperativo que, como comunidad, promovamos una educación emocional y social que ofrezca a nuestros jóvenes herramientas para enfrentar la vida sin depender de sustancias nocivas. Recordemos que el futuro de España descansa en la salud y la capacidad de nuestros jóvenes para tomar decisiones sabias. No los dejemos solos en esta lucha.

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