"¡De viernes!" está en boca de todos y este artículo es un vistazo entre bambalinas. Algunas novedades sorprendentes vienen desde el plató donde todo ocurre.
La nueva apuesta de la tele, "¡De viernes!", se está convirtiendo poco a poco en todo un fenómeno. Este espacio ya ha hecho historia logrando un share de 12,2% en junio, un número que ni ellos mismos esperaban desde su arranque en noviembre del año pasado.
Parece que el horario estelar de Telecinco tiene un nuevo rey y ese es este programa pilotado por Santi Acosta. Para él, este show significa volver a Mediaset y también, reintegrarse de lleno en el mundo de la prensa rosa. Se siente más que satisfecho con lo que han alcanzado y le da mucho mérito al buen rollo que reinan en el set y la clase de gente que han traído al plató.
Entrevistas con un toque personal
Aunque las entrevistas del corazón tienen fama de ser un poco morbosas, parece que en "¡De viernes!" saben cómo mantener un equilibrio. Santi dice que la clave está en ese feeling que nace entre él y su entrevistado. Suena interesante, ¿no?
Y vaya, qué equipo se está formando en este programa. Hablan aquí de que Terelu Campos ya está a bordo y hay susurros de que Alejandra Rubio podría sumarse. Santi les da la bienvenida y tiene una lista de invitados estrella en la mente, ¡hasta desea traer a Julio Iglesias! Y no se corta en admitir que le encantaría sentar a Isabel Pantoja frente a sus cámaras.
Un formato que rompe moldes
Cuando algunos pensaban que "¡De viernes!" iba a ser más de lo mismo, el show ha respondido con su crecimiento en audiencia. Y Santi, aunque reconoce que quieren gustar al público, no esconde que le gustaría explorar otros horizontes en la televisión.
La charla que tuvo con Jorge Javier Vázquez destaca como un punto alto en la temporada, y demuestra el buen ambiente que se respira en el plató. Personalmente, a Santi le brillan los ojos al pensar en trabajar durante el verano y poder pasar tiempo de calidad con sus hijos, que por cierto, también siguen el programa.
"¡De viernes!" sigue sorprendiendo a propios y extraños con su estilo de hacer televisión. Combina charlas de corazón con secretos que sólo allí se desvelan, y eso sí que engancha. Es claro que hay un esmero por ofrecer algo dinámico y diverso en las noches de la cadena.
Más allá de la fama y el éxito, es importante pensar en cómo el contenido televisivo se debe reinventar para conectar con la gente hoy día. ¿Qué piensas tú sobre el secreto del éxito de "¡De viernes!"? ¿Es su habilidad para reinventarse lo que le da ese toque especial o depende mucho de sus temas y sus invitados? Nos gustaría saber qué crees tú sobre cómo la televisión se adapta a las nuevas corrientes y gustos del público.
"La televisión es un espejo donde se refleja la imagen del mundo", decía el célebre director italiano Federico Fellini. Y en este espejo que es '¡De viernes!', Santi Acosta y su equipo han sabido capturar la esencia de lo que el público demanda: entretenimiento, cercanía y, por supuesto, exclusivas que mantienen a la audiencia pegada a la pantalla. El programa no solo ha superado las expectativas de su presentador, sino que ha logrado asentar un formato que combina la amabilidad con la incisividad, un equilibrio que no es fácil de mantener en el delicado terreno del corazón.
En un mundo televisivo donde la juventud parece ser un bien escaso, la posible incorporación de Alejandra Rubio podría aportar ese toque fresco que Acosta menciona. Pero no solo de juventud vive la televisión; la experiencia de figuras como Terelu Campos promete fortalecer aún más el equipo de '¡De viernes!'.
Acosta, con su anhelo de entrevistar a grandes nombres como Julio Iglesias e Isabel Pantoja, demuestra que la ambición y la pasión por su trabajo siguen intactas. Y es que la televisión, al fin y al cabo, debe ser un reflejo dinámico de la sociedad, capaz de renovarse y sorprender, tal y como '¡De viernes!' ha demostrado hacer con su segundo mejor dato mensual histórico. La televisión, en efecto, es muy divertida, y Santi Acosta parece tener la receta para mantener esa diversión semana tras semana.