Las gemelas Thyssen ya son mayores de edad y parece que tienen las ideas bastante claras para su futuro
Las hermanas de la Baronesa Thyssen, Carmen y Sabina, han cumplido 18 años. Pero en vez de los típicos festejos lujosos, decidieron hacer algo más personal celebrando con sus amigos primero, y luego un encuentro más íntimo con la familia, donde no faltó el amor y el calor humano.
Ya se han graduado del colegio y están listas para seguir sus caminos, que son bastante distintos. Carmen ha destacado por su buen rendimiento en los estudios y está considerando la posibilidad de estudiar Administración y Dirección de Empresas (ADE) y también Relaciones Internacionales. Sabina, en cambio, que es más introversa, tiene interés por el mundo del arte y está explorando su capacidad en la música y la pintura. La madre de ambas, la Baronesa Thyssen, está apoyando sus decisiones para que cada una forje su ruta a seguir.
Los caminos que tomarán las mellizas
La decisión de Carmen de puede que quede por España para estudiar ADE y Relaciones Internacionales, podría decir que quiere seguir con la tradición de la familia en los negocios y el arte. Parece que valora mucho el patrimonio cultural de su linaje. Por su parte Sabina quiere estudiar algo de arte que realmente le apasione, aunque eso implique distanciarse un poco de lo que se espera en su familia.
La Baronesa Thyssen ha sido muy abierta sobre cómo considera la crianza y el futuro laboral de sus hijas. En unas entrevistas ha recalcado que para ella es importante que ellas sean independientes en sus decisiones. Y aunque es verdad que a ella le gustaría que las dos sigan involucradas con los museos de la familia, respeta sus deseos y aspiraciones propias.
La huella cultural de los Thyssen seguirá creciendo
El apellido Thyssen y el arte van de la mano. Y es que ahora, con la nueva apertura de un museo en Barcelona, ubicado en el edificio del antiguo cine Comedia, se ve el interés de la Baronesa por hacer el arte más accesible y por compartir con todos la colección de obras catalanas.
Este nuevo espacio es una prueba más de cómo los Thyssen siguen comprometidos con la cultura y su difusión. Ahora que Carmen y Sabina están empezando su vida de adultas, es claro que la familia sigue pensando en el futuro, intentando combinar la tradición con cosas nuevas para continuar siendo relevantes en el mundo del arte y la cultura.
Las decisiones de las gemelas Thyssen sobre cómo celebrar su mayoría de edad y qué caminos tomar para su educación y carrera muestran que tienen su propio estilo y que saben lo que quieren. Es notable como, a pesar de su juventud, ya tienen las cosas claras y cuentan con el apoyo de su madre, que valora mucho que cada quien encuentre su pasión más allá de lo que la familia espera.
Y la Baronesa no solo guía a sus hijas, sino que también aporta muchísimo a la riqueza cultural de la familia con el proyecto del nuevo museo de Barcelona. Esto muestra un compromiso no solo con conservar el arte, sino con hacerlo llegar a todo el mundo y a las generaciones futuras.
Me gustaría que cada quien piense y comente sobre esto: ¿Qué tan importante es mantener las tradiciones de la familia pero dejar que los jóvenes decidan su propio camino? ¿Cómo crees que este balance afecta a familias que tienen un gran legado cultural y artístico que cuidar?
"La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar el mundo", una frase atribuida a Nelson Mandela, refleja la visión de la Baronesa Thyssen sobre el futuro de sus hijas. En un mundo donde las tradiciones a menudo imponen un camino preestablecido, Carmen y Sabina Thyssen han decidido forjar su propio destino. La elección de estudiar ADE y Relaciones Internacionales por parte de Carmen, y el enfoque de Sabina hacia las artes, son ejemplos claros de cómo la personalidad y las pasiones deben guiar las decisiones vitales de los jóvenes.
En un acto de madurez y autenticidad, las mellizas han celebrado su mayoría de edad de manera íntima, marcando un precedente de individualidad y cercanía familiar. Este comportamiento es un espejo de la filosofía de su madre, quien, lejos de encerrarlas en un destino predeterminado, las alienta a explorar su vocación personal.
La apertura de un nuevo museo en Barcelona es también un símbolo de la visión progresista de la Baronesa, que busca democratizar el arte y la cultura. Este legado, que Carmen y Sabina probablemente continuarán, es un recordatorio de que la verdadera herencia va más allá de lo material; es un compromiso con la cultura y el desarrollo humano. En tiempos de cambio constante, la familia Thyssen nos recuerda que la verdadera evolución comienza con la libertad de elegir nuestro propio camino.