En las recientes movidas del tablero político español, algo está causando revuelo, y no es solo el buen rendimiento de la selección nacional en el fútbol. Justo en estos días el liderazgo del partido de la oposición, en manos de Alberto Núñez Feijóo, atraviesa un momento especialmente agitado. A todo el mundo le llama la atención que su buen ánimo pareciera ir de la mano con los últimos triunfos de la selección española: la famosa "la Roja". ¿Pero será que hay algo más detrás de ese optimismo?
Pues sí, el Tribunal Supremo ha estado agitando las aguas con un fallo que toca directamente el destino de Carles Puigdemont, el ex presidente catalán. El gobierno de Pedro Sánchez le había hecho a Puigdemont una especie de promesa de amnistía, pero ahora todo pende de un hilo. Claro que hay que tomar con pinzas cualquier interpretación apresurada y mejor esperar a traducciones de confianza para enterarse bien. Hay gente del partido de Feijóo, como Cuca Gamarra y Miguel Tellado, que podría estar sugiriéndole que no estaría de más pedir ayuda al Tribunal Constitucional (TC), o de algún modo también a la Virgen de los Desamparados - figuradamente hablando, por supuesto.
El Tribunal Constitucional y cómo se mezcla la política con la religión
La política y sus símbolos son toda una cosa en España. En este sentido, la Virgen de los Desamparados es como un imán. Se la representa a la Virgen con una azucena y al lado, el Niño Jesús con una cruz. Algunos dicen que esas imágenes tienen que ver con los miembros del TC. Es obvio que son solo metáforas, pero igual hay quien les da vueltas.
Lo curioso es que la estatua de la Virgen está inclinada hacia adelante y por eso la llaman "La Geperudeta". Y hay gente que ve ahí un pálpito de hacia dónde puede ir el TC. Pero claro, eso no pasa de ser puras especulaciones. También cuentan que la Virgen fue nombrada "Generalísima de Nuestros Ejércitos" hace un montón de años, así que ahí hay historia detrás también.
La política es como el fútbol, más o menos
Se usa mucho eso de comparar la política con el deporte, y aquí se habla de entrenadores y estrategias, como si los políticos fueran jugadores calentando para entrar al juego. Pero claro, esto es más que nada una manera de decir, una forma de pintar cómo se mueven las cosas en ese mundo.
En cuanto a Feijóo, parece que dentro de su partido hay gente que confía a ciegas en su manejo, como si fuera un entrenador de esos que evitan los extremos, un poco al estilo del futbolista Mbappé. Pero, de nuevo, hay que recordar que lo importante son las políticas de verdad, no tanto las imágenes bonitas.
En el mundo de la política española todo cambia en un pestañeo. Así que hay que estar atentos y no quedarse solo con las metáforas y símbolos. Lo que cuenta son los detalles, lo que ocurre de verdad.
Este artículo trae un revoltijo de noticias políticas y guiños culturales que bailan entre la ironía y las alegorías. Habla de asuntos delicados de política y justicia en España, y no se corta a la hora de usar un toque metafórico para describir cómo están las cosas en el poder y cuáles son las ideologías de algunos.
Hay que recordar siempre hablar con respeto de estos temas, que pueden poner a la gente muy pasional. Pero esos debates también son necesarios en cualquier lugar donde se estime el intercambio de ideas. Con todo lo que está pasando, por supuesto que habrá un montón de puntos de vista diferentes. Y está bien escuchar a todos y tratar de entender este lío de leyes y jugadas políticas.
Por eso, si te interesa este tema, te animo a que sigas la conversación y pongas tú también tu granito de arena.
"La justicia no consiste en dar a todos por igual, sino a cada uno lo suyo", afirmaba Cicerón en su búsqueda de un equilibrio social que parece resonar en los tiempos actuales de la política española. El veredicto del Tribunal Supremo que deja sin efecto la amnistía a Puigdemont, prometida por Sánchez, no es solo una victoria para Feijóo y su euforia compartida con la Roja, sino un recordatorio de que el camino de la justicia es sinuoso y no siempre sigue la dirección que dictan los líderes políticos. El TC, esa entidad que algunos ven como portador de la cruz de las decisiones políticas, como el Niño Jesús en los brazos de la Virgen de los Desamparados, se convierte así en el árbitro de un partido donde los centristas de Feijóo y los independentistas de Puigdemont juegan en campos opuestos. Pero en este juego de estrategias y simbolismos, la clave está en no olvidar que la verdadera justicia va más allá de las inclinaciones partidistas, y que al final, todos los jugadores deben rendir cuentas ante ella.