Se avecinan tiempos de intensa especulación política en Estados Unidos y todos se preguntan quiénes estarán en la línea de salida para las próximas elecciones presidenciales demócratas.
La escena política en Estados Unidos nunca deja de sorprender, y mirando hacia las próximas elecciones presidenciales, ya se barajan nombres de quién podría estar al frente si Joe Biden decide no presentarse de nuevo. Hay varios pez gordos dentro del Partido Demócrata que cada uno tiene lo suyo y están dando de qué hablar.
Lo de siempre, la vicepresidenta Kamala Harris parece que va con ventaja, pero la cosa no está ni mucho menos cantada. Hay más gente con ganas de dar la sorpresa y que seguro darán juego cuando toque reunirse en la convención, en ese show que es Chicago.
Qué hay de Kamala Harris
Kamala Harris se las trae con un historial de esos que impresionan, que va desde ser la primera mujer de color en ser la jefa de los fiscales de California, hasta llegar al senado. Ha tenido sus más y sus menos como vicepresidenta, pero últimamente se la ve por todos lados, hablando de cosas como los derechos de las mujeres y echándole un guiño a los jóvenes y a la gente de distintas comunidades.
Al final, lo que ella ha vivido y cómo ve las cosas podrían pesar mucho para verla correr hacia la presidencia, si consigue que el partido y los que votan le den el visto bueno.
Una que va para arriba: Gretchen Whitmer
Gretchen Whitmer, la mandamás de Michigan, está marcando territorio dentro del partido. Ha salido adelante de cosas bastante feas como que unos tipos querían secuestrarla y ha defendido a capa y espada derechos como el del aborto, el control de armas y la pelea por la comunidad LGBTQ+. Se está ganando a la gente de ambos bandos, los más progres y los que no tanto.
Pero no os penséis, aunque su estrella brilla y no esconde que le gustaría sentarse en el despacho oval, Gretchen apoya a Biden y no parece querer meterse en líos con Harris, lo que habla bien de la camaradería del partido.
Qué hay de Gavin Newsom y Pete Buttigieg
Ahora vamos con dos tipos muy distintos del partido. Por un lado, Gavin Newsom, que lleva las riendas de California y es bastante vivo para estas lides de la política. Ha sabido jugar sus cartas para caer bien a más gente. Por el otro, tenemos a Pete Buttigieg, el jefe de los Transportes, que tiene una cháchara que engancha y que se ha sabido manejar con lo que le han puesto encima de la mesa.
Los dos están haciendo la ola a Biden y han dicho que no se meterían en una pelea con Harris, lo que parece que van de la mano por la unidad del partido pensando en lo que viene.
Caras nuevas y sorpresitas
Y no faltan las sorpresas como Gina Raimondo, Wes Moore, J.B. Pritzker y Josh Shapiro que traen aire fresco y tienen su chispa propia que podría animar la fiesta demócrata. Claro que tendrán que lidiar con el no tener tanto recorrido en la política o con algunos que les tiran dardos por sus ideas.
Y aunque Michelle Obama ha dicho que ni de broma se lanza, hay muchos que se mueren por verla en la liza porque siempre sale super bien en esas encuestas que se hacen para medir el agua a los camotes frente a los republicanos. Pero ella misma lo ha dicho clarito, que lo de la política no va con ella.
Al final, vemos un panorama de lo más variado con diferentes personajes que ilustran la variedad y las esperanzas de un partido que quiere seguir mandando desde la Casa Blanca, apostando por lo progresista y la inclusión.
"La politica è l'arte di cercare problemi, trovarli ovunque, diagnosticarli erroneamente e applicare i rimedi sbagliati." Questa celebre frase di Groucho Marx potrebbe benissimo descrivere il panorama attuale del Partito Democratico statunitense di fronte alla possibile rinuncia di Joe Biden alla rielezione. Il dibattito su chi potrebbe raccogliere il testimone è un chiaro sintomo di un'epoca in cui la politica sembra più un gioco di troni che un servizio alla collettività. Tra Kamala Harris, con una vicepresidenza che non ha brillato come ci si aspettava, e figure emergenti come Gretchen Whitmer o Pete Buttigieg, il Partito Democratico si trova davanti a un bivio cruciale. Dovrà scegliere tra il continuare con una politica di continuità o rischiare con un volto nuovo che possa riconnettersi con le basi e, soprattutto, con le minoranze. In questo contesto, non possiamo dimenticare la figura di Michelle Obama, che nonostante la sua riluttanza a entrare nell'arena politica, rimane un simbolo di integrità e popolarità. La scelta che i democratici faranno nei prossimi mesi sarà determinante non solo per il loro futuro, ma anche per quello di un'intera nazione che osserva con apprensione l'evolversi del suo destino politico.