Descubre por qué la florista de la Realeza compara a la Reina Letizia con un jazmín: "Elegancia y sofisticación"

Imagina un lugar donde lo último en tendencias de moda se encuentra con la serenidad de la naturaleza, ¿suena inusual? ¡Pues existe! Babington House en Somerset, Inglaterra, es un escenario de lujo que promete una fusión única entre estos dos mundos. Aquí, en un ambiente exclusivo de talleres y veladas, la marca de complementos británica sorprende con su nueva colección Floral Couture, una colaboración con la creativa Rebecca Farrar-Hockley.

Conversamos con Tattie Isles, quien con su esposo Fred ha dado vida a Tattie Rose Studio, un lugar donde las flores se convierten no solo en arte sino también en moda, gracias a su alianza con Kurt Geiger. Pero Tattie nos habla también de cómo su arte floral ha tocado las esferas de la realeza y se ha vuelto esencial en grandes eventos.

En este maravilloso lugar, la moda no es lo único que destaca, sino también la importancia de la sostenibilidad. Los girasoles y las dalias, que solían ser menos populares, ahora están en auge como íconos de un compromiso responsable con el entorno. Según Tattie, el origen y la estacionalidad de las flores son cruciales al momento de hacer nuestra elección para eventos importantes.

La conversación toma un giro hacia errores comunes y cómo las flores tienen un rol clave en los eventos, resaltando la relevancia de lo que cada una transmite. La Gala MET de 2024 y recientes bodas reales son ejemplos de cómo la selección de flores locales se ha vuelto una declaración de principios sostenibles.

Nos adentramos en la visión de Rebecca Farrar-Hockley en Kurt Geiger. Su capacidad para innovar en el diseño de complementos la ha puesto en el foco de la industria, y su reciente proyecto con Tattie Isles realza esa capacidad de capturar atención a través de una fusión de arte y autenticidad. Las piezas de la colección, como las sandalias Floral Couture Orion, demuestran que la belleza y la funcionalidad pueden combinarse perfectamente.

Este artículo nos ofrece una ventana a un espacio donde la elegancia de la moda y la belleza pétrea de la naturaleza se entremezclan, mostrando que la sostenibilidad y lo natural pueden y deben integrarse en cada faceta de nuestra vida cotidiana. La colección de Kurt Geiger es prueba de cómo lo orgánico puede ser fuente de inspiración para una creatividad que no solo busca la estética, sino también el compromiso con el planeta.

La experiencia en Babington House y sus talleres inmersivos es un testimonio de la tradición floral y la innovación en accesorios. La filosofía de Rebecca y Tattie, enfocada en la sustentabilidad y la temporalidad, nos proporciona una perspectiva fresca e indispensable en esta era de cambio climático.

Mientras que la moda suele percibirse como algo pasajero y superficie, encuentros y proyectos como estos nos enseñan que también puede ser una plataforma para el cambio positivo y un espejo de los valores de nuestra sociedad actual.

"La moda pasa de moda, el estilo jamás", afirmaba Coco Chanel, y es en la fusión entre la tradición y la temporalidad donde Tattie Isles y Rebecca Farrar-Hockley han encontrado su nicho de excelencia. En la exclusiva Babington House, el arte de las flores se convierte en protagonista de una colección que va más allá de la efímera tendencia, buscando enraizarse en la cultura británica como un símbolo de identidad y elegancia perdurable. La sostenibilidad se revela no solo como una moda, sino como un imperativo que guía el pulso creativo de nuestros tiempos, un eco de la naturaleza que, a través de la moda, reclama su espacio en el mundo contemporáneo. Así, la floricultura y la alta costura se entrelazan en un diálogo que celebra la belleza en todas sus formas, y nos recuerda que lo verdaderamente valioso es aquello que perdura y se adapta con gracia a los ciclos de la vida.

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