¿Quién dijo que pasar de los 60 significa dejar de moverse? ¡Descubre cómo puedes seguir siendo un torbellino de actividad!
Llegar a la tercera edad no es sinónimo de quedarse sentado mirando cómo pasa la vida. Aunque a veces podamos creer lo contrario, especialistas nos cuentan que seguir moviéndonos y cuidar lo que comemos es clave para sentirnos plenos pasados los 60.
Disfrutar de actividades como correr, caminar, dar paseos en bicicleta o incluso danzar no solo es divertido, sino que nos llena de beneficios para la salud del corazón. Por ejemplo, salir a correr hace que nuestro ritmo cardíaco se dispare y mejora la función de nuestros pulmones, lo cual es genial para mantener un corazón fuerte. Caminar es otra opción buenísima, sobre todo si buscas algo que no sea tan exigente pero igual de bueno para tu sistema cardiovascular. Aquí la clave está en la constancia y en cómo te esfuerces al hacerlo.
Caminar... ¿sentado?
Hay ejercicios super indicados para la gente mayor que ni siquiera te hacen levantar de tu silla. Algo tan fácil como la "marcha sentada" puede hacer una gran diferencia. Consiste en sentarte al filo de la silla, poner los pies en el suelo, espalda derecha, y empezar a "caminar" sin moverte del sitio. Si balanceas también los brazos, ¡mejor que mejor! Así que nada de estar parado. La idea es moverse por lo menos dos o tres minutos y de a poco ir incrementando el tiempo.
El quedarse quieto sin hacer mucho es el peor enemigo cuando hablamos de enfermedades como la osteoporosis o la obesidad, que pueden hacernos perder autonomía y movilidad. Pero con la "marcha sentada", podemos prevenir este tipo de problemas y además ponernos en forma.
Saltos y pedaleos para el corazón
Si te han dicho que saltar ya no es para ti, te sorprenderás. Los "saltos sentados", que son básicamente pararse y sentarse de su silla varias veces con los brazos arriba, son otra forma efectiva de moverse. Otra opción que suena curiosa pero funciona es el "ciclismo de aire", donde haces como que pedaleas una bicicleta pero sentado, lo que ayuda un montón a la circulación y no lastima tus articulaciones.
Además, el "boxeo sentado" puede ser tu nuevo pasatiempo favorito, ya que sube las pulsaciones y te ayuda a fortalecer esos músculos de brazos y torso, y todo esto sin tener que levantarte. Añadir estos ejercicios a tu rutina diaria puede mejorar mucho tu salud cardiovascular y darte una energía que no te la vas a creer, y lo mejor de todo, sin tener que comprar aparatos extraños ni salir de casa.
La meta es seguir manteniéndote activo para que el peso sea el adecuado y para que tu salud esté lo mejor posible a pesar de los años. Si te sientes cansado o te duele algo, siempre hay algún ejercicio adaptado que puedes hacer en casa. Así que ya sabes, incluso después de los 60 puedes seguir dando guerra y cuidando de ti.
Las alternativas seguras y asequibles para mantenerse en movimiento, como los ejercicios sentados, son ideales para luchar contra la inactividad. Además de buscarnos una mejor forma física, estas prácticas nos ayudan a vivir mejor y con más independencia. >
Es esencial la constancia y saber ajustar las actividades a nuestras condiciones personales, y claro, complementarlo todo con una buena alimentación. A pesar de los obstáculos que pueda poner la edad, nunca es tarde para cuidar de nuestro bienestar tanto físico como emocional.
Y a ti, ¿qué te parece la idea de integrar estos ejercicios en el día a día de la gente mayor? ¿Conoces a alguien a quien le vendría bien esta información o tienes alguna anécdota sobre hacer ejercicio en esta etapa de la vida? Comparte tu punto de vista, porque tu opinión es muy importante para todos.
"La edad no es una barrera. Es una limitación que pones en tu mente", una cita de Jackie Joyner-Kersee, atleta olímpica, que nos recuerda que nunca es tarde para cuidar de nuestra salud y bienestar. En una sociedad que envejece progresivamente, mantenerse activo después de los 60 años no es solo una recomendación, es una necesidad imperante para preservar la calidad de vida. Los ejercicios de cardio adaptados a esta etapa, como la marcha sentada o el ciclismo de aire, son testamento de que la adaptabilidad del ser humano no conoce límites. Estas prácticas, lejos de ser meros pasatiempos, son auténticas herramientas de empoderamiento para los adultos mayores, quienes, a pesar de las barreras físicas, pueden y deben aspirar a una salud cardiovascular óptima. No dejemos que el número de años vividos dicte nuestra capacidad para vivir plenamente; la verdadera juventud, después de todo, reside en el espíritu.