En el debate caliente sobre lo que llamamos “leche”, ¿dónde te sitúas tú?
Es cierto que, desde tiempos muchísimos lejanos, la leche ha sido parte siempre de nuestra dieta, especialmente la de vaca. Pero ahí vienen las bebidas hechas de almendras, soja y otras cosillas, y mucha gente se pregunta si a estas también se debería llamar leche. No es solo hablar por hablar, esto tiene sus consecuencias también en lo legal y lo que dice en la etiqueta en países como México.
¿Qué dice la ley sobre la leche y su definición?
La Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) allá en México está que no para, ojo avizor, en asegurarse que lo que dice la etiqueta es lo que en verdad te estás llevando a casa. Identificaron que, por ejemplo, una marca llamada Leche Querétaro había líos en lo que declaraba en la etiqueta y lo que de verdad había en el paquete. Aunque sí tenía lo que una leche necesita para ser “entera”, la cosa es que nos deja pensando si nos dicen siempre la pura verdad.
No cualquier cosa es lejería en el mundo de la leche
Luego está Los 19 Hermanos, que parece no cumplía con lo que decía ser leche de veras, mezclando cosas como leche con aceite vegetal. Aquí se nos hace evidente que una buena regulación y etiquetas claritas son de lo más importante para elegir bien lo que nos metemos al cuerpo. Los de Profeco tienen esa chamba de seguirle la pista para que uno, como consumidor, esté seguro de que lo que está en su vaso es leche de la buena, de la auténtica, y que las alternativas también sean lo que dicemb ser.
Al final, la clave está en que uno se informe bien por uno mismo, que lea las etiquetas y no se deje llevar por el primer envase bonito que ve en la tienda, más cuando hablamos de algo tan esencial como la leche y sus versiones modernas. Es que la comida va más allá de llenar la panza, también es respecto, es cultura.
Y tú, ¿qué piensas sobre este asunto de ponerle o no el apellido de “leche” a las bebidas hechas con plantas? ¿Confías en que las reglas que tenemos hoy día son suficientes para proteger al consumidor de confusiones y cosas raras? Ahora ya tienes más información para hacer tus propias conclusiones y, quién sabe, igual y la próxima vez que vayas de compras te fijes un poco más en los detalles.
La cosa es que, con todo esto de las etiquetas y la verdad en la publicidad, es super importante saber bien qué le estamos dando al cuerpo. Y pues, la variedad de alimentos que tenemos hoy se debe a que ahora todos buscan algo diferente para su mesa, de acuerdo a cómo quieren comer y cómo quieren vivir.
"Non si può pensare bene, amare bene, dormire bene, se non si ha mangiato bene", scriveva Virginia Woolf, sottolineando l'importanza vitale di nutrirsi in modo adeguato. La leche, ese fluido biológico tan esencial para el inicio de la vida, ha sido desde siempre un pilar en la alimentación humana. Sin embargo, el debate sobre qué merece ser llamado "leche" y qué no, va más allá de la biología, sumergiéndose en las profundidades de la ética y la normativa.
La aparición de alternativas vegetales ha revolucionado el mercado, ofreciendo opciones para quienes, ya sea por salud, convicción o moda, deciden alejarse de los lácteos de origen animal. Pero la controversia nace cuando el término "leche" se diluye, generando confusión entre los consumidores.
En México, las irregularidades detectadas por la Profeco en marcas como Leche Querétaro y Los 19 Hermanos, nos recuerdan la importancia de la transparencia y la honestidad en la industria alimentaria. No es solo una cuestión de semántica, sino de salud pública. Los consumidores merecen saber qué están consumiendo realmente, y es deber de las autoridades garantizar que así sea.
En este contexto, la leche se convierte en un símbolo de la lucha por la información clara y la calidad alimentaria. Como sociedad, tenemos el derecho y la responsabilidad de exigir que lo que llega a nuestras mesas sea lo que dice ser, y que nutra, en la medida de lo posible, tanto el cuerpo como el espíritu.